Aunque para sus seguidores sea una mala determinación, la decisión de Pol-ka de ponerle fin a las grabaciones de Lobo tiene una muy sencilla motivación: ganarle a Telefe. Y si con Lobo El Trece no logra quedar arriba, "hay que matarlo".
Así de simple y sin vueltas. Totalmente pragmáticos, los ejecutivos de programación del canal se reunieron y tomaron las riendas de la situación con una de las reglas más básicas de la televisión comercial: si no mide lo suficiente, se baja. Claro que importan los contratos del elenco, el trabajo de técnicos y producción y las consecuencias de lo que esto significa en los televidentes que siguen la novela noche a noche; pero antes que eso está el objetivo principal, llegar primero.
Por eso, si bien la tira lleva un promedio de más de 13 puntos, un rating que hoy no más de 10 programas logran hacer, el canal le baja el pulgar, y vaya paradoja, dejando colgado a sus más fieles televidentes, esos que si se prendieron diariamente a la novela y que ahora son víctimas de no ser suficientes porque no suman lo necesario para que el canal llegue al primer puesto.
¡No y no! Al canal no le sirve el segundo lugar. Con alma de deportista, El Trece muestra su costado más competitivo frente a la derrota y se activa para desechar lo que "no sirve" y producir algo nuevo que si pueda "servir".
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